Concepto y tipos de teletrabajo. El primer paso para explicar el teletrabajo es definirlo y esto es más difícil de lo que parece. La mayoría de la gente entiende que la palabra implica trabajo a distancia, pero eso no es, evidentemente, todo. La dificultad estriba en una falta de definición generalmente aceptada. Por un lado, la palabra es utilizada con significados ligeramente diferentes y, por otro, términos con significados muy similares al del teletrabajo son de uso común. Así, examinando la literatura sobre el tema, se puede comprobar que además de teletrabajo, se utilizan términos como teledesplazamiento (telecommuting), trabajo en red (networking), trabajo a distancia (remote working), trabajo flexible (flexible working), y trabajo a domicilio (home working). Ante la falta de consenso a la hora de definir el teletrabajo, vamos a aportar nuestra propia definición. El teletrabajo es una forma flexible de organización del trabajo que consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del trabajador de la empresa durante una parte importante de su horario laboral. Engloba una amplia gama de actividades y puede realizarse a tiempo completo o parcial. La actividad profesional en el teletrabajo implica el uso frecuente de métodos de procesamiento electrónico de información, y el uso permanente de algún medio de telecomunicación para el contacto entre el teletrabajador y la empresa. No entran en esta definición aquellos que siempre han realizado su actividad profesional fuera de la empresa ni los que trabajan en el domicilio ocasionalmente. Están, sin embargo comprendidos en ella:
Son aquellos que desarrollan la mayor parte de su actividad profesional en su casa. Acuden a la oficina de vez en cuando para alguna reunión o para recoger material de trabajo. Aunque las visitas pueden ser habituales, no suelen representar más de uno o dos días por semana. En esta categoría se incluyen por ejemplo a los programadores y analistas informáticos, empleos que han tenido un papel destacado en la bibliografía del teletrabajo. También se incluyen aquellos trabajadores que son contratados para cubrir, desde sus casas, momentos de alta actividad de la empresa. No entran en esta definición todos aquellos trabajadores que realizando tareas en sus casas (trabajadores del textil), no usen las telecomunicaciones ni la informática para el desempeño de su actividad profesional. Este tipo de trabajo se denomina también trabajo a domicilio.
Son aquellos que desarrollan su actividad profesional en una oficina, pero que pasan dos o más días de a semana trabajando en el domicilio. Entre este tipo de trabajadores se encuentran los directivos y profesionales que cuentan con la suficiente antigüedad laboral como para justificar los gastos adicionales en quipos informáticos en el domicilio y en la oficina. El baremo citado de dos días es en cierto modo arbitrario, pero es necesario para distinguir entre los teletrabajadores a tiempo parcial y la gran cantidad de profesionales que se llevan trabajo a casa de forma ocasional, puesto que estos últimos no necesitan probablemente el soporte tecnológico necesario para un teletrabajador, ni tiene un contrato laboral que mencione la posibilidad del trabajo a domicilio.
Son aquellos que pasan la mayor parte del tiempo fuera de la oficina, ya sea en carretera o en las oficinas de los clientes. Normalmente se trata de agentes de ventas, técnicos, consultores. La oficina base de un teletrabajador móvil puede ser su casa, una oficina convencional, o incluso un vehículo. Este grupo de trabajadores constituyen uno de los más numerosos, a pesar del hecho de que la mayoría de ellos no se consideran a si mismos como teletrabajadores. La característica distintiva de los teletrabajadores móviles es que utilizan medios de telecomunicación y la informática.
Existen distintos centros de teletrabajo: desde aquellos situados en zonas rurales hasta las oficinas satélite de las empresas. Consideramos oficina satélite a un pequeño centro separado de la oficina central de la empresa y que no es autosuficiente ya que depende en muchos aspectos de ella. Los lugares de trabajo del centro de teletrabajo pueden estar asignados a un solo usuario o por el contrario pueden ser compartidos por varios en distintos turnos. La utilización de un centro de teletrabajo es una situación intermedia entre la oficina tradicional y el trabajo a domicilio. La probabilidad de adaptación del personal al trabajo es mayor aquí, que la de los que trabajan en sus propias casa. Desde un punto de vista de la gestión puede resultar más fácil organizar y supervisar a un pequeño grupo de empleados en un centro de teletrabajo que a esos mismos empleados dispersos en sus domicilios. Sin embargo hay algunas ventajas en el teletrabajo a domicilio que no pueden conseguirse plenamente en un centro de teletrabajo. Dado que el teletrabajo es una forma flexible de organización laboral, hay actividades profesionales que pueden abarcar dos o más de las situaciones descritas. Algunas cifras sobre el teletrabajo en España. Encontrar datos estadísticos sobre teletrabajo en regiones y comunidades autónomas no es fácil. El desarrollo muy reciente de esta nueva modalidad de organización del trabajo y la falta de mecanismos oficiales para recoger datos concretos son las principales razones de esta situación. Una de las estimaciones más fiables que se tienen sobre la cantidad de teletrabajadores que existen en Europa proceden de un estudio realizado por el proyecto TELDET en el lejano 1994. En él se indica que en la Europa de los 12, ya había 1, 25 millones de personas. El mismo proyecto informaba que más del 40% de los europeos estaban interesados en acogerse al teletrabajo, y esto ya suponía más del doble del interés mostrado en los años 80. Las cifras que se manejan en relación a España revelan un total de 100.000 teletrabajadores en nuestro país en el año 94. En la actualidad se estima que esta cifra ha podido alcanzar los 108.000 teletrabajadores. Según la encuesta de población activa EPA del primer semestre del año 1998 el número de trabajadores, en esta fecha, ascendía a 12.992.000 personas. Por lo que el porcentaje que representarían los teletrabajadores en relación a la fuerza laboral de nuestro país sería del 0.8%. Aunque todo parece indicar que el teletrabajo va a tener a medio y corto plazo una importancia mayor en esta nueva sociedad, no es posible predecir el ritmo de difusión del teletrabajo ni cual será su implantación en el futuro (de hecho es muy difícil establecer su implantación actual), pero parece evidente que cada vez más el mercado de trabajo se está descentralizando, diversificando e incluso atomizando, como algunas formas de teletrabajo están demostrando. El porcentaje de su penetración en cada sociedad o comunidad depende de factores como la accesibilidad del sector, existencia de empresas punteras que hagan de motor, resistencia a la incorporación de nuevas tecnologías, grado de formación de personal técnico y de los directivos, capacidad inversora de las empresas. El proyecto ETD respaldado por la DGXIII de la Comisión Europea persigue la recogida de datos que permitan medir su progreso. |